Bombas Gens Centre d’Art

La identidad visual de Bombas Gens Centre d’Art rinde homenaje al pasado de este singular edificio art déco diseñado por el arquitecto Cayetano Borso de Carminati.

Proyecto

Bombas Gens Centre d’Art

Categoría

Gráfico

Tipología

Identidad y Señalética

Diseño

Marisa Gallén y Carmina Ibáñez

Cliente

Fundació Per Amor a l'Art

Fecha

2017

Fotografía

Alfonso Calza
Mario Zamora
Gallén+Ibáñez

Bombas Gens Centre d'Art es una iniciativa de la Fundació Per Amor a l'Art que abrió sus puertas al público en julio de 2017. Este centro de arte se ubica en una antigua fábrica de bombas hidráulicas de los años treinta construida dentro del estilo art déco por el arquitecto Cayetano Borso de Carminati en el barrio de Marxalenes de la ciudad de València. Tras su incautación durante la Guerra Civil, la fábrica retomó su actividad original hasta su cierre a comienzos de la década de los años noventa. Pasaron años de abandono hasta que el espacio fue adquirido con el propósito de convertirse en centro de arte sin, por ello, perder la memoria de su pasado. En este proceso estuvieron implicados los arquitectos Annabelle Selldorf, Eduardo de Miguel y Ramón Esteve. Sin embargo, antes de su apertura, otro elemento era necesario: la creación de una identidad corporativa del lugar.



El Estudio Gallén+Ibáñez fue el elegido para llevar a cabo la imagen visual del centro de arte. Dicho estudio ha trabajado en proyectos culturales a lo largo de sus treinta años de trayectoria, siendo algunos ejemplos de ello el Festival Ensems de Música Contemporánea, Teatres de la Generalitat, la sala de exposiciones Lametro o ArteMadrid.

La fuente es uno de los motivos ornamentales más repetidos tanto en fachada como en la rejería de esta antigua fábrica de bombas hidráulicas. El estudio Gallén+Ibáñez ha explorado este motivo decorativo para construir la icónica B que identifica a Bombas Gens Centre d’Art.

¿Cuál fue su propuesta? Partir del propio edificio, su estilo e historia, para elaborar una imagen clara, distintiva y nueva que dotara de singularidad al centro de arte pero manteniendo a la vez viva la historia que le precede y envuelve: el agua, el hierro y el estilo artístico de los años treinta. En su icónica B puede apreciarse una clara alusión al imaginario colectivo del universo fabril. El logo, en su juego de líneas y vacíos, evoca las estructuras fabriles, como los tirantes de la techumbre, a la vez que recuerda al espectador la estética del trabajo del hierro y, en concreto, los trabajos de rejería que, entre otros, han decorado fachadas durante décadas, como ocurría en la antigua fábrica de bombas hidráulicas.

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Se trata de un diseño que no solo alude al origen fabril del edificio y al uso del hierro en su fachada dentro de la estética art déco, sino que también enlaza con su función original y con su época de construcción y primeros años de existencia. Por un lado, conecta con los letreros art déco del refugio de la Guerra Civil que se esconde bajo su suelo desde, probablemente, 1938. Y esto es así en tanto que en dichos letreros, como en el logo del centro de arte, se emplea la tipografía de palo seco. Con el uso de esta tipografía regresamos no sólo a las formas geométricas de estilo art déco, sino también al contexto de la revolución industrial, momento en el una nueva forma de sociedad y necesidades vieron emerger esta tipografía más depurada, más legible, más directa y de connotaciones más modernas.

Pero las referencias al edificio y a su historia son aún más específicas, si cabe, en este diseño de la identidad del centro de arte, porque estas van más allá del espacio fabril y de la época en que dicho espacio se diseñó y construyó. La imagen visual del centro de arte entronca de manera directa con el objeto de producción de la fábrica durante sus casi seis décadas de historia (a excepción de la época de la Guerra Civil, en el que el tipo de producción cambió durante su incautamiento por el bando republicano). Borso di Carminati ya tuvo muy presente la producción a la que se iba a dedicar dicho espacio fabril: las bombas hidráulicas. Esto explicaría la presencia del motivo del agua en su fachada y en la de la villa contigua (casa del gerente y del conserje). Así, pueden encontrarse referencias al agua tanto en la rejería exterior como en algunos de los remates pétreos del complejo. Obviamente, el uso del motivo de la fuente no es un caso aislado en la arquitectura art déco, sino todo lo contrario. Precisamente fue en el contexto de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas (París, 1925), evento con el que se difundió popularmente el art déco, cuando este motivo cobró un protagonismo notable dentro de dicho estilo.

Los elementos identificadores y el sistema de orientación también son fundamentales en la relación entre el diseño y el espacio para el que han sido creados. Teniendo como objetivo funcional hacer del espacio transitado un lugar comprensible con los mínimos elementos posibles, la señalética contribuye a la calidad espacial manteniendo una relación coherente con la arquitectura y los materiales presentes.

Tomando como referencia el motivo decorativo de la fuente de la antigua fábrica de bombas hidráulicas, uno de los motivos ornamentales más repetidos del edificio, el Estudio Gallén+Ibáñez explora su forma y las oportunidades que sus líneas y vacíos brindan para construir la imagen de Bombas Gens Centre d’Art. La fuente muta en un ejercicio de simplificación y se transforma en una B, manteniendo el vínculo con el art déco, la rejería y la tipografía de palo seco que se difunde en un contexto fabril de producción y consumo en el que los mensajes se multiplican y han de alcanzar al público.

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Junto con la icónica B, los elementos identificadores y el sistema de orientación también son fundamentales en la relación entre el diseño y el espacio para el que han sido creados. Teniendo como objetivo funcional hacer del espacio transitado un lugar comprensible con los mínimos elementos posibles, la señalética contribuye a la calidad espacial manteniendo una relación coherente con la arquitectura y los materiales presentes.

En definitiva, tal y como han expresado las diseñadoras: “Para brindar una experiencia placentera, además de hacer comprensible el espacio y orientar al visitante, estas señales se han diseñado en armonía tanto con la escala, como con la arquitectura. El modus operandi del diseño aporta el plus estético necesario para conseguir que todo el conjunto ofrezca calidad espacial”. Este trabajo de diseño que emerge de la arquitectura del lugar para el que va destinado fue premiado en 2018 con un Oro en los Premios La Lluna. Por su parte, el sistema de señalización, mínimo y armónico con el espacio en el que se inscribe, también ha sido premiado con un Laus Bronce, un Clap Platino y los German Design Awards.

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Sara Losada Rambla / Arxiu Valencià del Disseny