Proyecto
Eco
Categoría
Producto
Tipología
Silla
Diseño
Carlos Tíscar
Empresa
Capdell
Fecha
2012
Materiales
Madera de haya o roble maciza
Fotografía
Archivo Capdell
La Comunitat Valenciana tiene una larga tradición en la producción de muebles, dentro de esta, la empresa Capdell ocupa un espacio destacado en el diseño de sillas en constante evolución y renovación. Su historia se remonta a finales de los años sesenta, aunque sería en los ochenta cuando sufre la transformación definitiva incorporando el diseño como un valor de marca. A partir de ahí, toman consciencia de que “una silla ya no es una silla”, debe contar una historia y conectar con las personas que se sientan en ella. Para ello, Capdell confía en el diseño, la innovación y la calidad de los materiales, y se convierte en una productora de sillas que combina una estética atemporal y contemporánea con durabilidad, con la firme idea de pasar de generación en generación. Con esta promesa, a finales de 2011 la firma desea lanzar una silla que, como expresó su director artístico Salvador Villalba, debía ser cómoda y sencilla, sin brazos, con el respaldo apoyado sobre las barras de la parte trasera y de madera de haya, inspirada en los diseños de los años cuarenta y cincuenta.
Para dicho reto confían en Carlos Tíscar que cuenta con una dilatada carrera como diseñador de producto y además ha indagado desde temprano en el diseño de sillas, actividad que llega hasta la actualidad. Algunas de ellas con un marcado carácter industrial, otras en cambio con una voluntad orgánica, pero siempre con intención de arropar al usuario con piezas que contengan estética y practicidad. Así que, expuestas las premisas iniciales, tras una investigación en modelos desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial y el espíritu danés del Teak Style, comprueba que los diseños continúan funcionando en el presente y Tíscar crea Eco. La silla, deudora del pasado, introduce sin embargo una mejora enfocada en los tiempos contemporáneos: la apilabilidad. Eco, por tanto, supone una especie de continuidad con los modelos anteriores, pero adaptada a las necesidades de la vida moderna.
Tras una investigación en modelos desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial y el espíritu danés del Teak Style, comprueba que los diseños continúan funcionando en el presente y Tíscar crea Eco. La silla, deudora del pasado, introduce sin embargo una mejora enfocada en los tiempos contemporáneos: la apilabilidad. Eco, por tanto, supone una especie de continuidad con los modelos anteriores, pero adaptada a las necesidades de la vida moderna.
En ese sentido, lo que define y unifica a Capdell y a Tíscar es la idea de heredabilidad. En palabras del diseñador, el método de trabajo que emplea se basa en aprender de las personas que antes que él se enfrentaron al mismo dilema sin perder identidad. En el caso de la empresa, explican que son conocedores de la aterradora velocidad de consumo actual y la necesidad de conectar a las personas con el mundo a través de elementos que generen afectos y permanezcan. En ambos, pues, existe un compromiso de unión entre funcionalidad, estética y calidad, alentando a la intercomunicación del producto con las emociones humanas.
En cuanto a las cualidades formales, por una parte, destaca la estructura trasera que unifica la pieza y presenta la novedad y atractivo de formar una especie de H compacta que le confiere al modelo un carácter tanto gráfico como escultórico. Esta característica, además, le añade al diseño un plus de ligereza sin que pierda estabilidad en comparación con otros modelos similares del mercado. Por otra parte, el material de madera natural refuerza la perdurabilidad y sostenibilidad. Los tipos de maderas de la estructura provienen de campos de tala controlada y ofrecen diferentes combinaciones que van desde la desnudez hasta el revestimiento mediante el tapizado, para ello emplean materias reciclables, con tintes y barnices de bajo impacto medioambiental, acordes con una política respetuosa con el medio ambiente. Además de la elección de las materias, la puesta en valor del trabajo artesano, la convierte en un objeto de uso diario con intención de durabilidad y de contenedor de experiencias personales.
En cuanto a las cualidades formales, por una parte, destaca la estructura trasera que unifica la pieza y presenta la novedad y atractivo de formar una especie de H compacta que le confiere al modelo un carácter tanto gráfico como escultórico. Esta característica, además, le añade al diseño un plus de ligereza sin que pierda estabilidad en comparación con otros modelos similares del mercado.
Todos estos aspectos la han hecho merecedora de distintos galardones como el Good Design Award en 2013 que premió su innovación, diseño y técnica; la mención especial en el German Design Award ese mismo año; y el premio al diseño de mobiliario de la ADCV (Asociación de diseñadores de la Comunitat Valenciana) en 2015. El encanto y la buena acogida que ha tenido la silla Eco le ha propiciado formar parte de la historia del diseño valenciano y convertirse en digna sucesora de las sillas que han marcado épocas.
En la actualidad, tanto Capdell como Tíscar han continuado la senda de innovación en el diseño de sillas aportando a la industria los valores que les han caracterizado. La empresa ha contado con una cantera de diseñadores que utilizando el mismo espíritu han sumado nuevos diseños hasta posicionarse como firma de prestigio, como por ejemplo el modelo Nix de Patrick Norguet. Por su parte, Tíscar, siguiendo el diseño y el espíritu de la Eco,desarrolla la versión butaca perteneciente a la misma familia del producto, al igual que el reposapiés que complementa la butaca haciendo función de chaise longue. Además, posee dimensiones más generosas y un ángulo más abierto entre el asiento y el respaldo que le confiere mayor comodidad. Las secciones de madera también crecen en diámetro para preservar la proporción general del conjunto. Recientemente ha presentado el modelo Ovo en la 10ª edición de The Becker Desing Forum.
Esther González Gea / Universitat de València